Es un hecho relevante que nuestro planeta tierra ha pasado por muchos cambios físicos y químicos a lo largo de su existencia, esto se remonta hace muchísimos años, alrededor de 30 millones atrás cuando la superficie terrestre era una sola pieza, un súper continente que tenia por nombre Pangea.
¿Cómo comenzó todo?
Demasiados científicos han dado a conocer sus aportes de cómo llegaron a crearse o mejor dicho separarse los seis continentes que se conocen actualmente: América, Europa, África, Oceanía, Asia y la Antártida.
Debido a la presión acumulada por los gases inflamables sepultados bajo el manto terrestre, las capas superficiales suelen moverse con una velocidad muy poca perceptible, pero al mismo tiempo fascinantes ya que de esos fenómenos se crearon montañas, cuencas, sismos e incluso los destructores y peligrosos Volcanes.
Creación y fundición de las placas
Tal vez no te has percatado que kilómetros y kilómetros debajo de ti se encuentran innumerables corrientes de magma volcánico en actividad, las cuales hacen que la corteza terrestre se desplace sin importar que esta esté o no debajo del agua, de hecho se sabe que cuando se origina una falla debajo del agua son las responsables de los Tsunamis.
Viéndose como una cadena en constante alteración algunas de las placas que suben a la superficie originan islas o series de montañas, mientras que otras bajan fundiéndose con otras creando más magma, este ciclo se ha repetido desde tiempos inmemorables hasta la actualidad.
Placas importantes de la tierra
En el mundo existen en total 57 placas tectónicas en persistente agitación (los sismólogos comentan que las superficie terrestre se mueve 2.5 cm por año) dividiéndose en dos grupos las principales y las secundarias.
Para nombrar algunas pocas de las principales son:
- Placa de Nazca,
- Placa del Caribe,
- Placa del Pacífico,
- entre otras.
Por otro lado en las secundarias están:
- Placa de Panamá,
- Placa de las Marianas,
- Placa del Explorador
- y la lista sigue y sigue.
En conclusión nuestro querido planeta tierra está vivo, causante de arranques explosivos que nos dan a entender que no se debe de tomar a la ligera y que las placas tectónicas con sus movimientos son las consecuencias de una pequeña parte de la colosal actividad que se lleva realizando hace millones de años.